Recuerdo hace unos años cuando no habían piscinas en todos los hoteles turísticos y se elegía para pasar unas vacaciones un hotel a ser posible con piscina. Era un valor añadido del hotel que ofrecía un servicio extra sobre la competencia y se diferenciaba…
A día de hoy, todos los hoteles turísticos en temporada de verano tienen piscina, es simplemente un servicio del hotel y que además genera unos gastos que desgraciadamente no se ven recompensados.
En ciudades como Miami, Las Vegas e incluso Ibiza desde hace unos pocos años, están apostando por un modelo de negocio que genere ingresos basado en una de las instalaciones del propio hotel, la piscina.
¿Cuantas veces vamos de vacaciones y sólo disfrutamos del hotel al dormir? ¿Y si tuviéramos en el propio hotel una piscina que cada día está repleta de gente disfrutando, relajándose o simplemente escuchando música y tomándose un cocktail?
A la hora de acometer una obra nueva de un hotel o una reforma es imprescindible estudiar que necesidades van a tener los clientes a la hora de utilizar la piscina y lo más importante, que les vamos a ofrecer para que pasen el mayor tiempo posible en nuestras instalaciones y nos generen unos ingresos extra.
En los tiempos actuales una piscina convencional en un hotel que no ofrece ningún servicio en ella, supondrá un gasto y no una fuente de ingresos, además de no ofrecer ningún valor añadido al propio hotel.
Sin embargo, si apostamos por una piscina personalizada a los servicios que quiera ofrecer el hotel, tendremos la posibilidad de tener una fuente de ingresos y una diferenciación clara sobre la competencia.
Los hoteles necesitan inversiones que sean rentables, impactantes en el resultado final, que den un valor añadido y que además ayuden a fidelizar a los clientes….