Seguro que si tienes una piscina construida desde hace años llega un momento que dejas de utilizarla tan habitualmente o simplemente no te gusta. Pasa en muchas de las casas a las que vamos a visitar para reformar, rehabilitar, reparar o reestructurar la piscina. Principalmente se debe a estos cuatro puntos:
– no se diseñó acorde con las necesidades de la familia que posteriormente tiene que utilizar la piscina.
– tiene fugas de agua.
– tiene problemas de calidad en la ejecución o en los revestimientos.
– no es estéticamente atractiva.
El último de los casos es el menos preocupante, ya que con un cambio de revestimiento tanto del interior como del exterior que lo rodea es suficiente y podrá dejar tu piscina con una nueva estética adaptada a los tiempos actuales.
Desgraciadamente los tres primeros casos son los más usuales y los más necesarios de intentar cambiar. Como? Haciendo un estudio de las necesidades de los clientes:
Estos son algunos ejemplos de piscinas que se han reformado y adaptado a las necesidades de los clientes:
Piscina convertida a infinity: