Cuando trato con clientes que desean reformar o construir su piscina buscan encontrar el estilo de su vida reflejado en sus pertenencias, ya sea en su piscina, en su casa, en su coche…. Necesitamos personalizar y adecuar a sus necesidades la construcción de la piscina junto con todo su equipamiento.
Antiguamente se diseñaron modelos estandarizados de piscinas que han sido arrastrados hasta épocas en las cuales las personas necesitamos otra conceptualización de piscina, no sirve para un cliente lo que pueda servir para otro.
La piscina llega a ser parte de la vida de un cliente en el momento que decide hacer una piscina para nadar, relajarse, disfrutar del tiempo libre, jugar con los niños… Por consecuencia, no se puede elegir una piscina estandarizada y que sirva para todo el mundo. Cada cliente es diferente y con otras necesidades.
Esa típica piscina rectangular de unas medidas establecidas, con los acabados típicos de piscina, con unas profundidades de agua de locura, unos gastos de consumo desorbitados… todo esto, ha quedado obsoleto en el mundo de las piscinas y necesitamos mostrarle al cliente final lo que somos capaces de ofrecerle para mejorar su calidad de vida.
Intentamos crear proyectos que superen las expectativas de los clientes y creo que eso se consigue por la pasión que uno tiene por su trabajo.
Pensamos en cómo mejorar una piscina o cómo debería ser, y no en cómo son en realidad….